¿Quién no ha leído, escuchado o encontrado en los supermercados alimentos cuyas etiquetas destacan cualidades como "enriquecido con omega 3", "rico en fibra" o "contiene antioxidantes"? Ya se trata de un uso común, que se enmarca dentro del fenómeno de los "alimentos funcionales", aquellos a los que se ha adicionado un componente para producir algún efecto beneficioso en la salud.